Ferrería Nova de Seoane do Courel (Lugo)

A finales de la Edad Media la creciente demanda de hierro provocó el desarrollo de una industria siderúrgica tradicional, que aunque en un inicio se centró en el País Vasco, pronto se extendió a todo el noroeste peninsular. Esta actividad siderúrgica se desarrollaba en tres talleres integrados en el mismo edificio: la Herrería mayor en la que se calcinaba el hierro para eliminar su oxidación; el Mazo o Herrería menor, en la que mediante la percusión con un mazo de madera, accionado gracias a la fuerza hidráulica, se le daba la primera forma al hierro; y por último, la Forja en la que el hierro se terminaba de trabajar.

El desarrollo de toda esta industria requería la presencia de yacimientos de hierro próximos, así como de extensos bosques que proporcionaran madera para realizar el proceso de calcinado. Además de eso eran necesarias grandes cantidades de agua que produjeran la energía hidráulica precisa. Todos estos elementos se daban en la Sierra del Courel: grandes bosques, ríos caudalosos y montañas que esconden grandes cantidades de hierro.

Para su observación
Las montañas del Courel esconden en su interior gran cantidad de minerales de hierro asociados a sus rocas sedimentarias. La mayoría de estos minerales comenzaron a ser desarrollados industrialmente a finales del siglo XV. El yacimiento más importante del que se tiene referencia se sitúa cerca del monte Formigueiros. En él, durante siglos, trabajaron mineros de la aldea de Visuña. Hay datos para creer que esta mina abasteció a alrededor de la mitad de las herrerías de León, Lugo y Ourense, dando una idea de su importancia.

Además de los trabajadores dedicados a la extracción de hierro, veneiros, otro gran número de personas, los carboeiros, trabajaban también en la extracción de madera para la producción de carbón vegetal que alimenta hornos y forjas. Por último, estaban los carreteiros, encargados de conducir el mineral hasta la herrería, en la que trabajaban los ferreiros.

Debido a la altitud del yacimiento la actividad de los veneiros tenía que ser interrumpida durante los periodos de nevadas. Hay que destacar que este trabajo se hacía de forma totalmente manual: pico, cuña y maza, sin que nadie interviniese en la seguridad o planificación de la extracción. Toda esta industria minera relacionada con el hierro alcanzó su máximo desarrollo entre los siglos XVI y XIX. Su declive comenzó a finales del siglo XIX. Esto provocó no sólo el abandono de las explotaciones como la de Formigueiros, sino también el cierre de las herrerías, mazos y forjas que no consiguieron llegar hasta la actualidad.

Una excepción, gracias a su reconstrucción a finales del siglo XX, es la Ferrería Nova de Seoane. Esta herrería, de titularidad privada, tuvo una fuerte influencia en la zona del Courel durante más de un siglo. Fue levantada en 1808 sobre otra más pequeña y representa quizás el último vestigio de la industria del hierro en Galicia.

Su carácter monumental viene dado por el gran depósito de agua, o banzado, de 10 m de alto, en el que se acumulaba agua para alimentar al mazo y la forja situados en el interior. Un dispositivo de palancas y varas permitía abrir el agua que bajaba del banzado a la herrería por dos huecos distintos, uno para accionar la forja y otro el mazo. En la arquitectura interior del edificio destacan los trece arcos románicos que la componen, alguno de los cuales llega a medir 7 metros de alto y 2 metros de ancho. Tras el abandono de la herrería, el agua del banzado se aprovechó para generar electricidad y mover una pequeña serrería de madera.

Curiosidades
De la importancia que la industria siderúrgica tuvo en el Courel dan cuenta el gran número de topónimos que encontramos a lo largo de sus montañas: Ferreirós, Ferramulín, Ferrería Vieja, Aldea do Mazo y O Mazo Santigoso. Además de eso, son abundantes también los apellidos de origen vasco que perduraron entre los habitantes de estas montañas: Arza, Vergara o Aroza, entre otros. Esto fue así porque durante los siglos XVI y XVII, muchos de los hidalgos rurales encargados de las primeras explotaciones y aprovechamientos del mineral llegaban del País Vasco. 

[PARA DESCARGAR] GUÍA DE TURISMO CIENTÍFICO: Rutas de la Ciencia en las Montañas de Ancares y Courel en http://turismo.deputacionlugo.gal/gl/turismo_cientifico/itinerarios